ALOJAMIENTO El corazón de las merindades
Descubre nuestro alojamiento en Villarán
Descubre nuestro alojamiento en Villarán, Las Merindades
Las Merindades, comarca Burgalesa por descubrir.
Enclavada en la zona norte de la provincia, se encuentra éste paraje de gran variedad paisajística de transición entre Meseta Castellana, los Valles del Ebro y la Cordillera Cantábrica. Con gran historia y cultura, en ella se emplaza el origen histórico de Castilla y el Castellano.
Cuenta con una gran riqueza faunística y de flora exuberante, con rincones de hermosas cascadas, senderos por diferentes tipos de bosques, riberas de innumerables ríos y afluentes con cañones y valles idílicos.
El embalse del Ebro en su cabecera y el precioso embalse del Sobrón como broche final dotan a esta comarca de una belleza única de la Península Ibérica.
Esta casona, totalmente reformada y actualizada, equipada con todas las comodidades, te harán disfrutar de una grata estancia en la zona.
Conoce nuestro alojamiento El Corazon de Las Merindades

Para 8 personas

Se admiten mascotas (consultar)

Jardin con barbacoa

En plena naturaleza
casa para 8
Nuestra casa
La casa consta de un coqueto y hermoso jardín orientación Sur que da paso al salón comedor y cocina en planta calle con un aseo.
Accediendo a segunda planta encontramos un distribuidor con acceso al balcón y cuatro luminosas habitaciones con baño privado completo en cada una.








Qué dicen de nuestra casa
Conoce nuestro entorno
Enclavada en la histórica Merindad de Castilla la Vieja, entre el Valle de Tobalina, el Valle de Urria y el Valle de Losa, se encuentra una pequeña aldea rodeada de naturaleza, tierras de cultivo y bosques mixtos de encinas, robles, hayedos y acebos.
Este entorno privilegiado alberga una gran diversidad de fauna: desde anfibios poco conocidos como el sapo partero o la colorida salamandra, hasta mamíferos como el curioso tejón, la marta y el esquivo corzo. La riqueza ornitológica es también notable, con aves como jilgueros, herrerillos o avefrías, y majestuosas rapaces como el águila y el milano. Durante la primavera, el verano y principios de otoño, el paisaje se llena de vida con el incesante vuelo de mariposas, e incluso es posible avistar alguna luciérnaga al caer la noche.
Toda esta explosión de vida natural, sumada a la tranquilidad de este pequeño núcleo rural, convierte a la casa en un verdadero remanso de paz y serenidad.